lunes, 4 de marzo de 2013

Ermita de San Antonio Abad

He aquí el inicio de nuestra historia, según se cuenta en el emplazamiento de esta ermita estaba el campamento de Juan Rejón caballero aragonés enviado por los Reyes Católicos para iniciar la incursión en Gran Canaria, tras las capitulaciones de Sevilla del 13 de mayo de 1478 y según el humanista español Antonio de Nebrija los reyes la ordenaron para que fuéramos un barrio periférico (sorprendente que en esa época conocieran ese concepto).  Si nos vamos a la versión mas bucólica de nuestra historia, se dice que cuando los castellanos llegaron al emplazamiento donde se ubica esta ermita había un inmenso bosque de palmeras que ocupaba el final del barranco de Guiniguada (hoy en día ocupado por una de las carreteras que sube al centro de la isla). "Bajo las primeras luces del solsticio de verano de 1478 hombres extraños protegidos por cascos y armaduras plantaron aquí sus cruces y espadas". Y para no cansarles mucho otra versión recogida por el historiador Viera y Clavijo: "se presentó repentinamente al ejercito una mujer anciana, vestida al uso del país la que en buen castellano dijo a los nuestros que a dónde iban que el territorio de Gando -al que inicialmente se dirigían los conquistadores- quedaba todavía lejos y el camino era fragoso; que hallándose con avisos del desembarco, el guanarteme (rey) de Telde andaba acaudillando sus súbditos y que aquel sitio de Guiniguada era un lugar más fuerte, inmediato al mar, bien provisto de agua y leña y el más propio para trazar un campo desde donde se podría recorrer toda la isla" Un detalle curioso según este último historiador cuando los castellanos empezaron a levantar las tiendas la anciana se esfumó, a mi me parece un buen comienzo para una historia de aventuras.


Sobre el edificio en sí el que se ve hoy en día es una reconstrucción del siglo XVIII, como comenté al principio esta sobre el antiguo oratorio del campamento fundacional y que estaba dedicado a Santa Ana, y la leyenda dice que en ese pequeño oratorio rezó Colón antes de partir a la aventura de las Americas. Lo que más me gusta de este edificio esa pequeña casita que hace esquina con la flor trepando por ella, parece como si se hubiera quedado atrapada entre la iglesia y la casa adyacente resintiéndose a ser derruida o quizás sea simplemente la vivienda del párroco, sinceramente no encontré datos sobre ella. 


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